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viernes, 1 de octubre de 2010

Agobiada

Me cuesta mucho poner en palabras lo que siento, porque la verdad es que no estoy segura de qué es exactamente lo que estoy sintiendo. Sé que hay mil cosas rondando mi cabeza. Sé que necesito tiempo para entenderme, para aceptarme. Ayuda para tolerarme. Gente con quien poder hablar y compartir ésto que me está pasando, que me aterra. Privacidad para poder expresarme, llorar por la identidad perdida, y reírme a carcajadas por todos los nuevos descubrimientos. Para contarlo, voy a empezar por lo básico.
Estoy sentada en frente de mi computadora, con los apuntes que se supone que tendría que estar estudiando a un lado. Es imperiosa la necesidad de escribir, de expresarme, de pensar, de sentir. Estoy rozando la obsesión, lo sé. Ya no puedo dormir porque me quita el sueño, me da hambre, me tortura, me clava mil espinas sobre la piel. Tengo mucho frío. Pero no es sólo por la temperatura actual, ni porque soy friolenta. Se que en parte tiene que ver por esto que me ocurre que no me deja pensar con claridad, que entonces no me permite dormir, y la falta de sueño empeora todo, y se convierte en un círculo vicioso.
Vamos a mencionar los avances de la semana: 
- Casi le confieso a una compañera de la facultad mi crisis de identidad. Lo hice por miedo, a que lo cuente, o a que cambien las cosas. Aunque por otro lado sé que ella es super abierta y para nada prejuiciosa (no como quien les habla). Ella podría aceptarlo, pero... ¿PODRÉ YO ACEPTAR QUE DEJÉ DE SER LA PERSONA QUE CREÍ QUE ERA Y ADAPTARME A UN NUEVO MUNDO CON SUS PROPIAS REGLAS, DÓNDE OTRA VEZ SOY MINORÍA Y TAMBIÉN MINORÍA DE LAS MINORÍAS? Porque seamos sinceros, soy muy femenina, no tengo pinta de Les ni de acá a la China. ¿O sí?
- Me dio para pensar. Y hoy me acordé de una anécdota de hace ya dos años, de cuando entré a mi trabajo. En una reunión que tuve con mi supervisora (mujer grande, casada con hijos de mi edad), uno de los primeros "coachings" que tuvimos, me contó que ella había estudiado grafología y que muchas veces los "chicos del call" le pedían que les cuente cosas sobre ellos mismos a través de las letras. Siempre me gustó y me atrajo esta rama de la ciencia, si se la puede llamar así. Y me dijo que tenía muy linda letra, que se había fijado. Pero no me contó nada específico de lo que veía. Me dijo que no podía hacerlo, que ella trataba de no ver las letras con ojos de grafóloga para no intervenir en la vida y en los procesos de cada uno. Entonces me contó una anécdota, en la cual un chico al cual ella había conocido (no recuerdo dónde ni bajo qué circunstancias, pero estoy casi segura que no era de mi trabajo actual) le había contado que tenía problemas con su novia. Entonces, si mal no recuerdo, él le mostró una carta que le había escrito a esta muchacha. Cuestión que mi supervisora se dio cuenta de cuál era el problema del joven con sólo fijarse en su letra. Y la realidad era que él no iba a poder llevar a buen puerto esa relación porque era gay. Pero ella no podía decírselo, porque el no lo había aceptado, no lo había descubierto. Sólo pudo aconsejarle, que en función de lo que él le había contado, ella no creía que su novia fuera "el tipo de persona que él necesitaba a su lado, que evidentemente, no era lo que él quería para poder ser feliz". Final pochoclero, el chico después de un tiempo, dejó a su novia, y aceptó su condición de homosexual, se lo contó a mi supervisora, y colorín colorado, este cuento, NO HA TERMINADO. O quizás si la historia del chico, pero no la mía. Porque al recordar la historia, me calló  la ficha. Mi supervisora me lo había dicho!! Hablaba de un él, pero el ejemplo lo puso por mí!! ¿Puede ser? ¿Se habría dado cuenta ella también conmigo de quién soy yo realmente, incluso muchísimo antes que yo? Me quedé pasmada cuando este pensamiento cruzó mi mente. Y al mismo tiempo, el incansable disquito de represión me dice: "NO TIENE QUE ENTERARSE NADIE DE ESTO, NO AHORA"..........
- Estoy empezando a identificar lesbianas por todos lados. Eso, o ya me pueden mandar a un loquero. Tuve mi primera conquista visual ;) historia que ya contaré más adelante. Nada guau. A la vez, me juego la cabeza que la chica que me obsesiona es totalemente lesbiana, y esta semana le saqué una sonrisa en una conversación casual, y morí de la ternura. Otra historia que ya contaré. Me acabo de dar cuenta de que tengo que crear una entrada nueva para redactar todas mis historias aMORAsas...
- Tengo muchísimo miedo con todo esto. No sé cómo sentirme, cómo comportarme, ya no identifico lo que está bien de lo que está mal. Por ejemplo, hoy me torturaba pensando en que si invito a una chica al cine o a tomar un café o algo... No sé cómo comportarme socialmente! Qué horror! Pareja hétero (vida fácil): el hombre se supone que tiene que pagar la cuenta, salvo que sea un ratón amarrete y pida compartir la cuenta. Pareja homo: Ella la invita a ella, y ella paga la cuenta, adivinanza ¿quién es la ella que paga? Otra situación: ¿chica femme le puede regalar flores a otra chica? Sea cual sea la respuesta, no me importa, si tengo ganas de regalarle flores, se las regalo y ya, porque voy a disfrutar yo también de ese acto. Una más: ¿se pueden poner apodos del estilo "linda, nena, hermosa, estás re fuerte, blabla" a la otra mujer, o suena demasiado cursi? Porque si hubo algo que aprendí y disfruté de mis relaciones hétero fue que mis novios me hicieran sentir bien con esos comentarios que automáticamente me llevaban el autoestima hasta las nubes. Y me gustaría poder brindarle a mi chica (?) esa hermosa sensación...
- Hay algo en mi que crece y me destruye. Descontroló totalmente mi eje de estabilidad, qué descarado. Ya no me reconozco. Hasta actúo de forma distinta a la habitual. Pero lo peor es que esto que nació en mi aprendió a hablar y ahora quiere gritar. Y me va a dejar sorda. Y va a hacer que los demás me oigan. Y no quiero que los demás escuchen lo que tengo para gritar. No quiero compartirlo con nadie por ahora. Nadie de los que ya me conocen, con los nuevos no hay tanto problema. Tengo miedo. Al rechazo. A que la vida sea más difícil.  A desilusionar a las personas que amo. A que la gente me trate de forma distinta.  A que mi entorno pequeño tome distancia de mí, y me quede completamente sola. A que me traten de loca. A que nadie lo acepte, que no me acepten. A que lo nieguen. A que todo sea raro y nunca me pueda sentir tranquila, segura, calma. A que me tenga que ir de mi casa porque no podamos convivir la homofobia y la homosexuality. A no aceptarme nunca, a rechazarme y despreciarme todo el tiempo. A que no me perdonen ni que yo misma me pueda perdonar. A vivir congelada, en el tiempo, en el frío, en la soledad, en la incomprensión, en el aislamiento.






En fin, son miles las cosas que quiero hacer y decir, pero no puedo desperdiciar TODO mi tiempo en esto que me ocurre, tengo que seguir un buen consejo que me dieron, y dejar algunas cosas al costado, focalizar en lo importante, en lo urgente. Salí corriendo a buscar mis apuntes...

1 comentario:

  1. Bella manera de expresarte, simple sobre todo, a pesar de lo complejo que tratas de exponer...
    Se trata de algo bastante simple, tán simple que complicado, y es TU, darte cuenta de que ser gay no es ser FREAK.
    Conversas pendientes muchacha...
    Gracias por tu lindo comentario!
    Te deseo que logres dejar la angustia de lado y que te encuentres contigo mismo, que te aceptes y que te autoabraces...El resto viene por añadidura, créeme....

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